martes, 18 agosto 2020 / Publicado en Novedades

Nos gustaría comenzar este artículo con datos más esperanzadores pero lo cierto es que, lamentablemente, la adicción a jugar es una patología creciente en adultos y jóvenes en todo el mundo. Además es un tema preocupante porque no parece que sea algo puntual sino que parece que sigue patrones que pretenden que este problema vaya para largo, ¿por qué? Porque cada vez esta patología se muestra a edades más tempranas.

El perfil más frecuente actualmente de gente adicta a los juegos de azar es el de jóvenes de 18 a 25 años con total adicción a los videojuegos y juegos de azar, sobre todo más vinculados con su profusión en el ámbito digital. Este grupo es el que más llega a las puertas de los terapeutas u organizaciones públicas y privadas buscando ayuda para dejar su dependencia y poner fin a su adicción.

¿Está la tecnología vinculada con las adiciones al juego?

Según informan los expertos, concretamente en España se está experimentando una oleada de jóvenes ludópatas, de entre 14 y 21 años que acceden al juego gracias a la facilidad con la que acceden a las tecnologías. Si bien no es culpa de la tecnología per sé, sí que se convierte en una vía fácil – y poco controlada en la mayoría de los casos – para acceder a este tipo de vicios.

El fácil acceso a las apuestas deportivas y los juegos de azar online como las tragaperras, la ruleta o el póker, desde los smartphones y los ordenadores en casa, son una invitación abierta para apostar las 24 horas, empezando con poco dinero.

Traspasando los límites por el juego
La facilidad del método digital hace creer al jugador que los riesgos que está corriendo son bajos. Según la federación de ludópatas rehabilitados, aunque en España se puede apostar a partir de los 18 años, la realidad es que más niños y adolescentes están apostando de forma fraudulenta – cogiendo los datos o formas de pago de sus padres..

La adicción a jugar puede llevar al afectado a buscar dinero donde sea para satisfacer su sed de juego o para pagar deudas. Esto implica hacer uso de los ahorros, traspasar los límites de las tarjetas, incluso robar o meterse en deudas con prestamistas.
Cuando el abuso en el juego trae síntomas cada vez más notorios como la depresión, la impulsividad, la agresividad, la falta de comunicación con la familia y la ansiedad, esto puede colocar a la persona en situaciones de aislamiento o incluso, de autoagresión.

Lo más importante es buscar apoyo, ¡y rápido!
Se ha producido un aumento de las familias que buscan ayuda terapéutica porque tienen un joven ludópata en casa y no saben cómo solucionar el problema. Desde 2015, 16% de los que quieren tratar su adicción a jugar son menores de 26 años. Diez años antes, ese número ascendía únicamente a sólo un 3%.

Los especialistas recomiendan no demorar la búsqueda de apoyo. Un terapeuta puede brindar estrategias para controlar sus niveles de ansiedad, estrés y situarse en la raíz del problema. Cuando antes se acuda, mejor se podrá trabajar para acabar con la ludopatía.

Para quienes no saben qué hacer o por dónde empezar, la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados dispone de una línea de ayuda telefónica gratuita para guiar a los afectados. El número es 900 200 225.

Referencias
“¡Hagan juego, menores!” Frecuencia de juego en menores de edad y su relación con indicadores de adicción al juego. Universidad de Valencia, 2017.
FEJAR – Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados.
“Regular el juego para prevenir la adicción”, por Mariano Chóliz y Jerónimo Saiz-Ruiz. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia. Consejo Asesor de Juego Responsable, Hospital Ramón y Cajal y Universidad de Alcalá. CIBERSAM.

Manuel J. Romero Herrera para Aequilibrium

miércoles, 12 agosto 2020 / Publicado en Novedades

El cannabis es una droga psicoactiva que tiene dos sustancias principales que interactúan con el organismo: el THC y el CBD. Desempeñan un papel neurotransmisor que tienen diferentes efectos sobre el cerebro consumidor: alteración extrasensorial, pérdida de memoria a corto plazo, dificultad en la psicomotricidad e incluso, paranoia y ansiedad en casos de consumo prolongado.

España tiene unos datos alarmantes en cuanto a consumo de cannabis, ya que hasta un 7,3% de la población afirma haberla consumido en el último mes, incidiendo estos datos sobre todo entre la población más joven.
Aparte de los datos oficiales, existen una serie de mitos sobre el consumo de cannabis que ayudan a esta droga a posicionarse como algo “interesante” y útil en el imaginario colectivo. Es convenientes derribarlos con el fin de que evitar su consumo en exceso y de forma incontrolada amparándose en dichos beneficios que suelen ser si no falsos del todo, sí sesgados.

Los beneficios del cannabis en contraposición a sus perjuicios son insignificantes. Cuando el consumo se prolonga en el tiempo, se va desarrollando una tolerancia que hace que el consumidor tenga que consumir cada vez más, metiéndole en una espiral de apatía que puede llegar a incapacitar el libre desarrollo mental y físico.

¿Cuáles son los principales mitos del cannabis?

Los mitos sobre el consumo de cannabis son abundantes. Los beneficios del cannabis escasos y, de haberlos, siempre están relacionados con patologías clínicas concretas y, por supuesto, siempre deben ser prescrito por un facultativo.

El propio Gobierno de España en su Plan Nacional de Drogas tiene un apartado en el que alerta sobre estos mitos y además se explica el porqué no son correctos. Aquí vamos a destacar los que más suelen repetirse .

Es un producto inofensivo para la salud, ya que es un producto natural: El plan nacional de drogas define claramente que “producto natural y producto inocuo no son sinónimos. El tabaco y el opio también son naturales y nadie duda de sus riesgos”.

El cannabis tiene efectos terapéuticos por lo que los porros también: Los usos médicos del cannabis se realizan de manera controlada y no tienen nada que ver con su uso recreativo.

El cannabis no produce adicción: Existen estudios científicos que demuestran que su consumo continuado puede producir adicción, especialmente cuando se consume en la adolescencia.

Fumar cannabis es menos perjudicial que fumar tabaco: El cannabis contiene muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y en mayor cantidad (un 50% más).

Problemas derivados de su consumo

En etapas tempranas puede afectar al rendimiento académico, crear problemas familiares, y coartar el desarrollo del individuo. El cannabis es una sustancia con un alto poder de adicción psicológica, que va mermando poco a poco las capacidades cognitivas del individuo. Como además suele mezclarse con el tabaco, se desarrolla otra adicción como es la nicotina. Todo esto, como es obvio, también trae aparejados los mismos problemas que trae el tabaco. EPOC, enfisema pulmonar y, en casos más graves, cáncer de pulmón.

Además existen diversos problemas psicosociales asociados a su consumo. La desidia está presente en la mayoría de consumidores habituales, así como las pérdidas flagrantes de memoria o la alteración perpetua de la realidad. En casos más graves puede derivar en delirios que puede cronificarse, agudizar episodios de ansiedad o depresión, incluso actuar como disparador de enfermedades muy graves como la esquizofrenia.

Referencias
Mitos y realidades sobre el cannabis. Plan nacional de drogas Gobierno de España.
“¿Cómo produce sus efecto la marihuana?” National Institutes of Health
“Sube el consumo de cannabis en España”. El Mundo.
“Efectos psicológicos del cannabis”. Fernando Caudevilla Gálligo y Antonio Cabrera Majada
“Cannabis: la ruleta rusa de los trastornos mentales”. Alicia Yagüe Fernández. La mente es maravillosa.

viernes, 07 agosto 2020 / Publicado en Novedades

No cabe duda de que, lamentablemente, la adicción a jugar es una patología creciente actualmente tanto en adultos como en jóvenes. Y no hay nada que responda más a los deseos de un jugador que los videojuegos.

Hasta hace pocos años, el perfil del ludópata español era el de un hombre de entre 35 y 45 años, normalmente ansioso y con severas dificultades para controlar su adicción de los juegos de azar. Pero hoy el perfil más frecuente ha cambiado y se dirige al de jóvenes de 18 a 25 años, con total adicción a los videojuegos y juegos de azar. En el año 2019 incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó el abuso de los videojuegos como un trastorno.

El primer paso: acceso ilimitado a la tecnología 

Según expertos, España está experimentando una oleada de jóvenes ludópatas. Varias investigaciones señalan que estas relaciones problemáticas con la adicción de los videojuegos afecta a los adolescentes y jóvenes de entre 14 y 21 años. El target que más encaja con la venta de videojuegos.

La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) y organizaciones como el Servicio de Prevención y Tratamiento de Adicciones de Madrid han puesto el dedo en la llaga al advertir que la vía libre de los niños y adolescentes a los equipos tecnológicos y el Internet, sin supervisión adulta, está causando trastornos de salud en los chicos, incluyendo la ludopatía.

Acceso fácil pero también fraudulento

Las asociaciones señalan que los gadget cada vez más intuitivos y avanzados, como los smartphones y las pc gaming, al estar al alcance libre de todo tipo de público, brindan oportunidades para un fácil contacto con situaciones potencialmente adictivas, como las apuestas en línea y los videojuegos.

Según la Guía Clínica “Jóvenes y Juego Online”, preparada por la Fejar, con colaboración del Ministerio de Sanidad español, las operadoras de juego online suelen ser engañadas por menores que usurpan las identidades de sus padres o conocidos para acceder a estas apuestas en línea, que incluyen póker y apuestas deportivas.

¿Por qué se produce la adicción a los videojuegos?

Hay factores psicológicos, neurobiológicos y sociales que incentivan la atracción hipnótica y que crea adicción a los videojuegos:

  1. Ansiedad y dependencia: El videojuego o las apuestas suelen atraer con recompensas. Esto genera un alivio pasajero en situaciones de tristeza o de ansiedad. Al final, hace más sensible a las personas de caer en prácticas adictivas y de riesgo paulatinamente.
  2. La publicidad exponencial: La sobreexposición publicitaria y sin restricción a las invitaciones a probar nuevos juegos, puede elevar los casos de ludópatas cada vez más jóvenes.
  3. Impacto psicológico en menor tiempo: Los ludópatas de décadas anteriores tardaban en desarrollar su adicción en un espacio de 5 a 6 años. Hoy los psicólogos y pediatras advierten que la exposición por unos pocos meses puede volver adicto al juego a un niño.
  4. Satisfacción las 24 horas: la adicción patológica al juego puede comenzar aquí, porque está disponible en cualquier lugar y en cualquier momento, como una droga.

Según la Organización Mundial de la Salud, estos factores pueden propiciar la ludopatía o conducta de juego patológico “problemático, persistente y recurrente”.

¿Cuando se ha convertido en un problema?

Hay una serie de factores que ayudarán a detectar en qué momento un apasionado de los videojuegos ha pasado de un consumo intenso a uno alarmante. Según explican expertos de la OMS, detalles como dejar de lado relaciones sociales, familiares o de trabajo, no ser capaz de parar de jugar o perder tus rutinas de sueño o actividad diaria estarían demostrando que la pasión por los videojuegos se ha convertido en un transtorno.

Según explica en El País Vladimir Poznyak, experto en consumo de sustancias y conductas adictivas de la OMS, “una de las claves para llegar a diagnosticar la adicción a los videojuegos es la incapacidad de dejar de jugar aún a sabiendas de las consecuencias negativas. Es decir, cuando está afectando a tus relaciones personales, a tu trabajo o a tu salud física y mental y, aún así, sigues dándole prioridad y no eres capaz de dejarlo”.

Referencias

  1. “¡Hagan juego, menores!” Frecuencia de juego en menores de edad y su relación con indicadores de adicción al juego. Universidad de Valencia, 2017.
  2. FEJAR – Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados.
  3. Retina. El País: Adicción a los videojuegos, 4 señales de que debes pedir ayuda.Manuel J. Romero Herrera para Mentalis
viernes, 24 julio 2020 / Publicado en Novedades

¿La adicción puede afectar a más personas?

La respuesta es sí, en muchas ocasiones el entorno de la persona adicta también se ve perjudicado. Podemos encontrar incluso otro tipo de consecuencias relacionadas con la adicción como (NIDA, 2008):

– Efectos perjudiciales de la exposición a las drogas tanto en bebes como en niños: El consumo de drogas o de opiáceos en una mujer embarazada produce en el bebé el Síndrome de Abstinencia, pudiendo tener consecuencias negativas en el niño a lo largo de su desarrollo. Aún se sigue investigando.

– Efectos negativos del humo: El humo de tabaco o de otros tóxicos en el ambiente, llevan sustancias nocivas que pueden afectar a la salud de los niños, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

– Enfermedades infecciosas: El método de administración de droga es importante a la hora de contraer enfermedades y es que, la inyección de drogas tales como la heroína aporta el 12 por ciento de casos nuevos en SIDA (NIDA, 2008). Además, no sólo estas drogas llevan a la propagación de enfermedas, sino que muchas aumentan también comportamientos sexuales de riesgo, llevando a la propagación de VIH/SIDA, hepatitis B, etc (Mas Bagà, s.f.).

– Cortamientos de riesgo: Debido al consumo de drogas o estar bajo el efecto de las mismas, pueden llevar por ejemplo, a conducir el coche de forma peligrosa, poniendo en peligro tanto su vida como la de los demás. Se ha visto que casi 12 millones de personas manifiestan haber conducido bajo efectos de drogas ilícitas (NIDA, 2018).

Cómo la drogadicción afecta a la salud

Se ha puesto de manifiesto que las personas con adicciones, tienen por lo menos uno o más problemas médicos asociados (NIDA, 2008). Los más comunes son: Enfermedad pulmonar o cardiovascular, cáncer, trastornos metales, etc… concluyendo finalmente, en los grandes efectos perjudiciales que puede tener la adicción a largo plazo en el cuerpo de la persona. Podemos desarrollar algunos de los efectos de sustancias en específico, como (NIDA, 2008):

– El abuso de marihuana, el cual lleva a aumentar la frecuencia cardíaca, dañando los pulmones y aumentando el riesgo de padecer una psicosis.

– El consumo de cocaína lleva a tener consecuencias perjudiciales sobre el corazón, el sistema nervioso, digestivo y respiratorio.

– El abuso de anfetaminas lleva a tener problemas con el corazón, convulsiones, etc.

Son muchos los efectos sobre la salud los que las drogas pueden acarrear, siendo dichos efectos diferentes en cada una de ellas.

¿Qué viene antes los trastornos mentales o la adicción?

Como hemos visto anteriormente, los trastornos mentales podrían ser una consecuencia de la adicción pero nos preguntamos si esto es así siempre: se ha visto que en muchos casos, los trastornos mentales como la depresión pueden estar presentes antes de una adicción, incluso podría ser la causa del consumo, agravando pues la consecuencias de estos trastornos o añadiendo otros nuevos. Asimismo, se pone de manifiesto que son muchos otros los casos donde la adicción causa o potencia los trastornos mentales (NIDA, 2008). De hecho en terapia, cuando la adicción va desapareciendo del sujeto, los trastornos asociados se van eliminando también. Es decir, al eliminar la adicción en una persona que padece de ansiedad y depresión, seguramente desaparezcan estos últimos.

Referencias:
Programa Internacional del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (2008). Las Drogas, el Cerebro y el Comportamiento. La ciencia de la Adicción. NIH. Vol 15, 1-31.
Mas Bagà, M., (s.f.). CAT Barcelona: Adicciones y problemas psíquicos. Recuperado de: https://www.catbarcelona.com/
NIDA. (2018, julio 2). Las drogas, el cerebro y la conducta: la ciencia de la adicción. La adicción y la salud. Retrieved from https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conductalaciencia-de-la- adiccion en 2020, June 10

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